La mirada siempre al frente.

lunes, 11 de mayo de 2015

''Te odio.

Te odio por olvidarte de los planes. Te odio por estar siempre tan ocupado. te odio por irte tan lejos. Te odio por hacerme enfadar. Te odio por ser tan pasota...
Te odio cuando te vas. Te odio cuando no llamas. Te odio cuando dices cosas que luego no haces. Te odio cuando finges no darte cuenta de mis cabreos. Te odio porque haces que te odie.
Odio cada gesto, cada caricia, cada beso que me das, porque sé que después odiaré que se acaben.
Te odio cuando te burlas de mí para hacerme rabiar. Te odio por haberte convertido en alguien indispensable para mí. Te odio por hacer que desee estar a tu lado...

Pero, lo que más odio, es no ser capaz de odiarte...''
''No eres mi tipo, de la misma forma que yo no soy el tuyo. Pero por eso somos buenos el uno para el otro. Somos muy diferentes, pero a la vez iguales. Una vez me dijiste que saco lo peor de ti. Pero tú sacas lo mejor de mí. Sé que tú también lo sientes. Y sí, no me gustaba salir con nadie, hasta ahora. Haces que quiera salir contigo, que quiera ser mejor persona. Quiero que pienses que te merezco; quiero que me desees como yo te deseo a ti. Quiero discutir contigo, incluso que nos gritemos hasta que uno de los dos admita que se equivoca. Quiero hacerte reír, y escuchar tus desvaríos sobre grandes clásicos... Te necesito. Sé que soy cruel..., bueno, casi siempre lo soy, pero eso es porque no sé ser de otra manera. He sido así durante tanto tiempo que nunca había querido cambiar. Hasta ahora, hasta que te conocí''.

''After'' Anna Todd
Lo que diferencia a alguien valiente de un ''cobarde'' es que no se queda parado ante la bifurcación pensando en lo que pierde o en lo que renuncia, sino que ve en ti una victoria y ganancia suficiente como para no tener que mirar atrás. No se echa a un lado pensando que siempre puede venir algo mejor, porque acepta que el mundo es imperfecto, que tú lo eres...que los dos lo sois. Sabe que lo importante no es ni la realidad, ni lo que hay, sino lo que podéis llegar a crear, y para eso no hace falta ser perfectos, hace falta ponerse manos a la obra. Una persona valiente no está pensando en lo que deja escapar, está pensando en ti. Eres su apuesta y su elección, y cualquier otro lugar le parece incompleto.