La mirada siempre al frente.

domingo, 6 de mayo de 2012

Lo que me llevará al final, serán mis pasos no el camino. No ves que siempre vas detrás, cuando persigues al destino. Siempre es la mano y no el puñal, nunca es lo que pudo haber sido. No es porque digas la verdad, es porque nunca me has mentido. No voy a sentirme mal, si algo no me sale bien. He aprendido a derrapar, y a chocar con la pared. Que la vida se nos va, como el humo de ese tren, como un beso en un portal, antes de que cuente diez. Y no volveré a sentirme extraño, aunque no me llegue a conocer. Y no volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer.

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